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...¿A QUIÉN NO PODRÁS AMAR? SI SÓLO HAY UN HOMBRE,
SI SÓLO HAY UNA MUJER, SI SÓLO HAY UN MUNDO...
DANIEL MACÍAS.
lunes, 28 de noviembre de 2016
JOSÉ HIERRO - LUZ DE LA TARDE
LUZ DE LA TARDE
Me da pena pensar que algún día querré ver de nuevo este espacio,
tornar a este instante.
Me da pena soñarme rompiendo mis alas
contra muros que se alzan e impiden que pueda volver a encontrarme.
Estas ramas en flor que palpitan y rompen alegres
la apariencia tranquila del aire,
esas hojas que mojan mis pies de crujiente hermosura,
el muchacho que guarda en su frente la luz de la tarde,
ese blanco pañuelo caído tal vez de unas manos,
cuando ya no esperaban que un beso de amor las rozase...
Me da pena mirar estas cosas, querer estas cosas, guardar estas cosas.
Me da pena soñarme volviendo a buscarlas, volviendo a buscarme,
poblando otra tarde como ésta de ramas que guarde en mi alma,
aprendiendo en mí mismo que un sueño no puede volver otra vez a soñarse.
José Hierro
Alegría
viernes, 25 de noviembre de 2016
JOSÉ AGUSTÍN GOYTISOLO - BAJO TOLERANCIA
Bajo tolerancia
Su profesión se sabe es muy antigua
y ha perdurado hasta ahora sin variar
a través de los siglos y civilizaciones.
No conocen vergüenza ni reposo
se emperran en su oficio a pesar de las críticas
unas veces cantando
otras sufriendo el odio y la persecución
mas casi siempre bajo tolerancia.
Platón no les dio sitio en su República.
Creen en el amor
a pesar de sus muchas corrupciones y vicios
suelen mitificar bastante la niñez
y poseen medallones y retratos
que miran en silencio cuando se ponen tristes.
Ah curiosas personas que en ocasiones yacen
en lechos lujosísimos y enormes
pero que no desdeñan revolcarse
en los sucios jergones de la concupiscencia
solo por un capricho.
Le piden a la vida más de lo que ésta ofrece.
Difícilmente llegan a reunir dinero
la previsión no es su característica
y se van marchitando poco a poco
de un modo algo ridículo
si antes no les dan muerte por quién sabe qué cosas.
Así son los poetas
las viejas prostitutas de la historia.
*****
Katheleen
Se llama Kathleen y es rubia
mide cinco pies nueve pulgadas
bien parecida treinta y cuatro años
estudió en el Colegio Presbiteriano de Akron
y se licenció en literatura española
por la New York University.
Allí conoció a Ted y se casaron pronto
tienen un niño y una niña
viven en Long Island en una linda casa
el marido es un brillante ingeniero
que corta el césped y practica Yoga
y ella trabaja para una editorial.
Ama la libertad pero dentro de un orden
opina que los negros no están aún maduros
asiste a los oficios regularmente
recibe a sus amigas los viernes por la tarde
y los martes almuerza
con su Ted en el Rotary Club.
Hace seis días que llegaron a Europa
pues en París se celebra un Congreso de Acústica
y mientras él ultimaba su ponencia
Katheleen partió hacia el Sur
quedando en encontrarse en Málaga los dos
cuando se terminaran las sesiones.
Y hoy ella ha amanecido en un cuarto de hotel
junto a un extraño hombre flaquito
y mientras busca una Alka-Seltzer
piensa que por la tarde llega Ted
y que el psiquiatra de regreso en New York
ya aclarará todo este asunto.
José Agustín Goytisolo
Bajo tolerancia
Lumen
jueves, 20 de octubre de 2016
JESÚS MUNÁRRIZ - CALLAR
CALLAR
Callar es más prudente,
más seguro, más cómodo, más práctico,
callar es más astuto,
más rentable,
más útil,
callar no da problemas,
callar evita líos,
callar trae más cuenta,
callar impide que se cuelen moscas
en la boca, callar propio es de sabios,
se está muy bien
callado.
Porque el que calla
otorga
licencia, impunidad,
perdón, facilidades
y patente de corso,
y por la boca muere el pez y siempre
se ha de sentir lo que se dice y nunca
decir lo que se siente
si se quiere triunfar
en sociedad
y recibir migajas
del gran pastel
del mundo.
Jesús Munárriz,
Evasión
independiente (1998).
domingo, 2 de octubre de 2016
JESÚS MUNÁRRIZ - FAST FOOD
FAST FOOD
Frente al luciente centro comercial
recién inaugurado,
dos pobres -pobre y pobra-
dispuestos a almorzar:
comida rápida.
Dos bolsas negras llenas de basura
con cuidado escogidas
de las que embuten el contenedor
de una comunidad de propietarios.
Sentados en la acera sin asfaltar aún,
junto a una estaca de árbol de plantación reciente,
su botín escudriñan
y devoran:
huesos poco apurados, mondas de fruta, pan
seco, unos espaguetis, unos tomates pochos,
patatas fritas frías,
un menú equilibrado tal vez, asequible al menos,
que riega rojo el tinto.
Mutuamente se ofrecen con amor
los mejores hallazgos y preseas.
Fastfood y todo gratis,
aquí no ahoga Dios, decir parecen,
aquí sólo desecha.
Jesús Munárriz, De lo real y su análisis (1995)
viernes, 30 de septiembre de 2016
GLORIA FUERTES - SALE CARO SER POETA
SALE CARO SER POETA
Sale caro, señores, ser poeta.
La gente va y se acuesta tan tranquila
−que después del trabajo da buen sueño−.
Trabajo como esclava llego a casa,
me siento ante la mesa sin cocina,
me pongo a meditar lo que sucede.
La duda me acribilla todo espanta;
comienzo a ser comida por las sombras
las horas se me pasan sin bostezo
el dormir se me asusta se me huye
−escribiendo me da la madrugada−.
Y luego los amigos me organizan recitales,
a los que acudo y leo como tonta,
y la gente no sabe de esto nada.
Que me dejo la linfa en lo que escribo,
me caigo de la rama de la rima
asalto las trincheras de la angustia
me nombran su héroe los fantasmas,
me cuesta respirar cuando termino.
Sale caro señores ser poeta.
La gente va y se acuesta tan tranquila
−que después del trabajo da buen sueño−.
Trabajo como esclava llego a casa,
me siento ante la mesa sin cocina,
me pongo a meditar lo que sucede.
La duda me acribilla todo espanta;
comienzo a ser comida por las sombras
las horas se me pasan sin bostezo
el dormir se me asusta se me huye
−escribiendo me da la madrugada−.
Y luego los amigos me organizan recitales,
a los que acudo y leo como tonta,
y la gente no sabe de esto nada.
Que me dejo la linfa en lo que escribo,
me caigo de la rama de la rima
asalto las trincheras de la angustia
me nombran su héroe los fantasmas,
me cuesta respirar cuando termino.
Sale caro señores ser poeta.
GLORIA FUERTES
martes, 6 de septiembre de 2016
WORKING CLASS HERO - JOHN LENNON
WORKING CLASS HERO
Tan pronto como naces,
hacen que te sientas pequeño,
no dándote tiempo en lugar de dártelo todo,
hasta que el dolor es tan grande
que no sientes nada de nada.
hacen que te sientas pequeño,
no dándote tiempo en lugar de dártelo todo,
hasta que el dolor es tan grande
que no sientes nada de nada.
Ser un héroe de clase trabajadora es algo a lo que aspirar,
ser un héroe de clase trabajadora es algo a lo que aspirar.
ser un héroe de clase trabajadora es algo a lo que aspirar.
Te hacen daño en casa
y te pegan en clase.
Te odian si eres inteligente,
y desprecian a un tonto.
Hasta que estás tan jod*damente loco,
que no puedes seguir sus reglas.
y te pegan en clase.
Te odian si eres inteligente,
y desprecian a un tonto.
Hasta que estás tan jod*damente loco,
que no puedes seguir sus reglas.
Ser un héroe de clase trabajadora es algo a lo que aspirar,
ser un héroe de clase trabajadora es algo a lo que aspirar.
ser un héroe de clase trabajadora es algo a lo que aspirar.
Cuando te han torturado y asustado
durante veintitantos años,
entonces esperan que elijas una profesion,
cuando realmente puedes funcionar
estás tan lleno de miedo
durante veintitantos años,
entonces esperan que elijas una profesion,
cuando realmente puedes funcionar
estás tan lleno de miedo
Ser un héroe de clase trabajadora es algo a lo que aspirar,
ser un héroe de clase trabajadora es algo a lo que aspirar.
ser un héroe de clase trabajadora es algo a lo que aspirar.
Te mantienen drogado con religión, sexo, y televisión,
y piensas que eres tan inteligente, marginado y libre,
pero tal y como yo lo veo eres todavía un jod*do paleto.
y piensas que eres tan inteligente, marginado y libre,
pero tal y como yo lo veo eres todavía un jod*do paleto.
Ser un héroe de clase trabajadora es algo a lo que aspirar,
ser un héroe de clase trabajadora es algo a lo que aspirar.
ser un héroe de clase trabajadora es algo a lo que aspirar.
Todavía te dicen que hay sitio en la cima,
pero primero debes aprender cómo sonreír cuando matas,
si quieres ser como los tipos de la colina.
pero primero debes aprender cómo sonreír cuando matas,
si quieres ser como los tipos de la colina.
Ser un héroe de clase trabajadora es algo a lo que aspirar,
ser un héroe de clase trabajadora es algo a lo que aspirar.
ser un héroe de clase trabajadora es algo a lo que aspirar.
Si quieres ser un héroe,
bien, simplemente sígueme.
Si quieres ser un héroe,
bien, simplemente sígueme.
bien, simplemente sígueme.
Si quieres ser un héroe,
bien, simplemente sígueme.
John Lennon - Working class hero - Héroe de clase obrera.
As soon as you're born
They make you feel small
By giving you no time instead of it all
Till the pain is so big
You feel nothing at all
They make you feel small
By giving you no time instead of it all
Till the pain is so big
You feel nothing at all
A working class hero is something to be
A working class hero is something to be
A working class hero is something to be
They hurt you at home
And they hit you at school
They hate you if you're clever
And they despise a fool
Till you're so fuc**g crazy
You can't follow their rules
And they hit you at school
They hate you if you're clever
And they despise a fool
Till you're so fuc**g crazy
You can't follow their rules
A working class hero is something to be
A working class hero is something to be
A working class hero is something to be
When they've tortured and scared you
for twenty odd years
Then they expect you to pick a career
When you can really function
you're so full of fear
for twenty odd years
Then they expect you to pick a career
When you can really function
you're so full of fear
A working class hero is something to be
A working class hero is something to be
A working class hero is something to be
Keep you doped with religion and sex and TV
And you think you're so clever and classless and free
But you're still fuc**g peasant as far as I can see
And you think you're so clever and classless and free
But you're still fuc**g peasant as far as I can see
A working class hero is something to be
A working class hero is something to be
A working class hero is something to be
There's room at the top they are telling you still
But first you must learn how to smile as you kill
If you want to be like the folks on the hill
But first you must learn how to smile as you kill
If you want to be like the folks on the hill
A working class hero is something to be
A working class hero is something to be
A working class hero is something to be
If you want to be a hero
Well, just follow me
If you want to be a hero
Well, just follow me
Well, just follow me
If you want to be a hero
Well, just follow me
John Lennon - Working class hero
sábado, 2 de julio de 2016
JOSÉ CARLOS LLOP - REYES DE ALEJANDRÍA
Reyes de Alejandría. José Carlos
Llop. Alfaguara (2016)
Este libro trata de un viaje en
el tiempo. Un tiempo que fue todos los tiempos para desaparecer después en el
tiempo. Este libro trata, pues, de nosotros y ha de contar quiénes éramos. O
mejor: quiénes dejamos de ser para desaparecer en el tiempo que fuimos y ahora
buscamos entre los objetos.
Tengo ante mí un caparazón de
tortuga de tierra, una lámpara fenicia de aceite y una figurilla india de
hierro que parece una deidad antigua de Asia Menor. Hay otros objetos sobre la
mesa: el fragmento de un fósil, el colmillo de una foca, una piedra de Petra,
otra ––tallada–– del Congo, una cuenta de vidrio de Java y un collar que podría
pertenecer al ajuar de la reina Hatsepsut. La mayor parte de esos objetos
tienen más valor por lo que representan que por lo que son. En eso se parecen a
los recuerdos. Hace muchos años que me acompañan. Como el perfumero de Murano
del XIX, la efigie en latón y vidrio del león de San Marcos, una fotografía de
Jane Birkin desnuda, otra en blanco y negro de Ezra Pound y una tabaquera art
decó. Pecios que una manera de entender la vida y la escritura ha ido dejando a
mi alrededor. Así también debe leerse este libro: desde la autenticidad de lo
primitivo; desde el conocimiento de lo moderno; desde la elección allí donde la
vida no deja elegir.
(…) Cuando pienso en aquel
tiempo, tengo la impresión de ser el radiotelegrafista de un carguero perdido
en el océano, hablando frente al aparato de radio. Hablar a un vacío que nunca
responde y nunca, lo sabes, ha de responder. Pero hay veces que sí: voces de
onda larga que procedieran del espacio, de la estación Mir, por ejemplo, vacía
y abandonada (…)
(…) Hay un momento en que la
ciudad natal se abre como las figuras de un caleidoscopio y sin dejar de ser
ella misma, es también otras ciudades. Palma tuvo un perfume alejandrino y un
carácter fronterizo parecido al de Trieste y unos veranos cairotas y unos
inviernos del Mar Negro, con uniformes y niebla. Palma recogió diminutos
fragmentos de Woodstock y Monterey, aunque por la noche cantara Domenico
Modugno en una terraza del Paseo Marítimo y los marines patrullaran por sus
calles. Palma era un puerto mediterráneo y en el Mediterráneo se inventó el
mundo. Y todo aquello eran esquirlas de cristal a través de las que veíamos
otras ciudades que no eran la nuestra. Otras ciudades donde vivir, escapando de
la nuestra. Por sus calles paseaban burritos enjaezados con un cargamento de
jarras de barro y por sus playas, dromedarios egipcios y camellos de Asia
porteaban a los turistas como si estuviéramos en el Sáhara o junto al lago Baikal. La policía
secreta era fácil de distinguir por la rigidez de sus trajes y sus maneras de
chulo de barra. Las putas se sentaban en sillitas de enea en las esquinas del
trazado árabe, entonces encalado ––los bajos pintados de azulete––, como si se
tratase de algún poblado andaluz. Las campanas tocaban durante todo el día y
las mujeres vestían de negro o con trajes de flores y los curas y las monjas se
movían con rapidez por las aceras. El aire olía a algas podridas, a salitre, a
jazmín y buganvilla. La ciudad era vanidosa, reservada y escéptica. Nosotros escuchábamos a Bob
Dylan como al Ángel Visitador y ya no sé quienes éramos nosotros, ni siquiera
sé si éramos aún y sólo fuimos entonces, o si aquella ciudad que recuerdo llegó
a existir, aunque yo sepa que sí, que existió y acabó enterrada formando un
estrato al que los arqueólogos no han de dar importancia, tan endeble fue que
no dejó vestigios ni resto alguno para las vitrinas de un museo. Y nos íbamos
hacia el muelle en el coche de algún amigo y en un viejo cassette Philips
escuchábamos a Traffic y soñábamos con marcharnos algún día en uno de aquellos
buques que veíamos zarpar con sus cascos negros y rojos y sus chimeneas de
colores, cargueros rumbo a Turquía. El coche se llenaba de perfume de polen,
humo y tierra húmeda mientras Steve Winwood cantaba Dear Mr. Fantasy… Poco después nos marchamos, pero antes…
No ser uno. Tampoco ser una
familia y ser algo mejor que una familia. No ser uno y construir una familia
que no lo fuera, las idas y venidas, los viajes, las casas abandonadas, los
pisos vacíos; ése era el amanecer de un tiempo que duró poco pero que nos hizo
como somos. Ser uno, de eso no escaparíamos, no podríamos escapar, pero
habiendo conocido lo otro ––el paraíso––, habiendo sido lo otro ––el paraíso––
mientras duró. Y ahora, seres heridos que llevan su herida en silencio y se
reconocen entre sí mientras la esconden. Ya no sé si de la estirpe de Abel o de
la estirpe de Caín. Los que sobrevivimos, pero ésa es otra. (…)
(…) Pero el conde era el único de
nosotros que sabía que todo paraíso se paga, que todo paraíso incuba el mal, la
serpiente y el árbol de la ciencia. Que todo paraíso acaba expulsándote. Los
demás creíamos que no. (…)
(…) Éramos poetas. Ante todo,
sobre todo y después de todo, éramos poetas. Nada era descifrable sin la
poesía; nada era digno de ser vivido sin la poesía. Rilke, Cavafis, Pound y
Eliot formaban la tetralogía sagrada de nuestra religión. Y Baudelaire y Poe y
Wallace Stevens y Yeats, el irlandés. Después venían los dioses menores, que
eran incontables y nos llenaban de dones y poblaban las horas y los minutos
como lo hacía la música ––la poesía, al fin, otra clase de música–– y nos
acompañaban en el amor y en el tiempo, estirándolos y elevando su intensidad
desde la humedad de la tierra al
oscuro fondo del cosmos. Éramos poetas y estábamos en perpetua sintonía con el
ritmo de las constelaciones y la expansión del universo, que también se
expandía dentro de nuestro pecho y en el interior de nuestra mente. (…)
(…) Yo no escuchaba música; yo
era la música que escuchaba. Vivía en ella como ella vivía en mí. La música era
el lenguaje y ese lenguaje desconocía identidades: era la identidad. La vida
empezaba para todos nosotros y todos teníamos una lengua común. No había
ocurrido nunca: que la música usurpara el lugar de cualquier otro lenguaje. La
vida empezaba para todos nosotros y la música sostenía sus muros, pautaba
nuestros días. Babel al revés. Todos éramos músicos sin serlo, todos tuvimos
entre las manos una Fender Stratocaster. Cuando fuimos expulsados del Paraíso,
esa música sería su memoria, la constatación de que el Paraíso había existido
alguna vez. Aún hoy, camino de los sesenta años, o de los setenta aquellos que
sobrevivieron, la piel se tensa, como en el amor, al escucharla. (…)
(…) si Adan y Eva habían sido
expulsados del Paraiso, hubo alguien que se quedó dentro y nosotros éramos sus
descendientes. La espada flamígera, oh, sí, no se había esgrimido en contra
nuestra. O la habíamos sabido eludir, sí, “
oh mama, stick inside of Mobile with the Memphis blues again”. Las chicas,
desnudas, bailando ahora alrededor del árbol de la ciencia, el pelo tan largo,
las nalgas de manzana, columnas amadas sus piernas, ágiles arcos, y el fuego
sagrado bajo la brillante llama negra del bello, ellas, bailando alrededor del
árbol de la ciencia, esperándonos, mientras nuestros padres desparecían en la
oscuridad: I´ll Be Your Baby Tonight.
sábado, 21 de mayo de 2016
JOHN BERGER - CANCIÓN DE AMOR
EMIGRACIÓN RURAL
Las mañanas son madres
que crían sus pastos
tienden sábanas invisibles
en el huerto
y se burlan de las rocas humeantes
con cuentos de sol y cama
Las tardes levantaban vallas
miraban a las gallinas
picotear en la hierba alta como un perro
reunían a las altaneras nubes
y tronaban pasión
a las madres que las alimentaban
día tras día
mañana y tarde se emparejaban
crecían hierbas y hojas
y en empapadas candelillas verdes
caían de nuestro nogal
como orugas muertas
***
PATATAS
Canta el gallo
La tierra sus negras plumas abiertas
araña la piedra
y pone sus huevos
no las levantéis demasiado pronto
alumbran
a través de su piel luna
a los muertos
durante las nieves
amontonadas en las bodegas
gravemente prestan
cuerpo a la sopa
cuando faltan
no tiene carne el arado
y los hombres mueren de hambre
como el gran oso en la noche invernal
***
UNA CANCIÓN DE AMOR
Las montañas son despiadadas
la lluvia funde la nieve
volverá a helar.
En el café dos extranjeros
tocan el acordeón
y canta la habitación abarrotada de hombres.
Las melodías llenan
los sacos del corazón
los pesebres de los ojos.
Las letras llenan
los establos
que rugen entre los oídos.
La música suprime las papadas
relaja las articulaciones,
la única cura para el reumatismo.
La música limpia las uñas
suaviza las manos
restriega las callosidades.
Una habitación abarrotada de hombres,
venidos del ganado empapado,
del gasoil, de la pala eterna,
acaricia
el aire de una canción de amor
con manos dulces.
Las mías han abandonado los brazos
y están cruzando las montañas
en busca de tus pechos.
En el café dos extranjeros
tocan el acordeón
la lluvia funde en la nieve.
John Berger
lunes, 9 de mayo de 2016
LUIS GARCÍA MONTERO - PRESENTIMIENTO
CANCIÓN PRESENTIMIENTO
Seguramente
nadie pudo decirnos
que la luz era un túnel sin salida,
que el sol era la sombra
y el mar un sentimiento de la piedra.
Seguramente nadie,
nadie quiso advertir en los periódicos
una flor que era invierno,
una ley que era espada
y esta nube, sospecha de la roca.
Así,
amaneció de negro el día blanco,
y la luna fue escombro
a las dos de la tarde,
cuando salió la víbora de los grandes desiertos
para buscar almohadas y conocer la nieve.
Y los años perdían la memoria,
y el desván se cerraba en las alas del águila,
y cada huella presentía el hielo,
y cada uno se aferró a su nombre
como a un leño en el mar,
navegando en la herida de una frase,
en las puestas de sol,
entre las cartas y los documentos.
Así, con la rutina
de las salas de urgencia,
vino el sapo viscoso de la lluvia,
y nos besó en la boca.
La intimidad de la serpiente
Luis García Montero
Tusquets editores
domingo, 1 de mayo de 2016
LUIS CERNUDA - DONDE HABITE EL OLVIDO
Donde habite el olvido,
En los vastos jardines sin aurora;
Donde yo sólo sea
Memoria de una piedra sepultada entre ortigas
Sobre la cual el viento escapa a sus insomnios.
Donde mi nombre deje
Al cuerpo que designa en brazos de los siglos,
Donde el deseo no exista.
En esa gran región donde el amor, ángel terrible,
No esconda como acero
En mi pecho su ala,
Sonriendo lleno de gracia aérea mientras crece el tormento.
Allí donde termine este afán que exige un dueño a imagen suya,
Sometiendo a otra vida su vida,
Sin más horizonte que otros ojos frente a frente.
Donde penas y dichas no sean más que nombres,
Cielo y tierra nativos en torno de un recuerdo;
Donde al fin quede libre sin saberlo yo mismo,
Disuelto en niebla, ausencia,
Ausencia leve como carne de niño.
Allá, allá lejos;
Donde habite el olvido.
martes, 19 de abril de 2016
FELIPE BENÍTEZ REYES - ADVERTENCIA
ADVERTENCIA
Si alguna vez sufres —y lo harás—
por alguien que te amó y que te abandona,
no le guardes rencor ni le perdones:
deforma su memoria el rencoroso
y en amor el perdón es sólo una palabra
que no se aviene nunca a un sentimiento.
Soporta tu dolor en soledad,
porque el merecimiento aun de la adversidad mayor
está justificado si fuiste
desleal a tu conciencia, no apostando
sólo por el amor que te entregaba
su esplendor inocente, sus intocados mundos.
Así que cuando sufras —y lo harás—
por alguien que te amó, procura siempre
acusarte a ti mismo de su olvido
porque fuiste cobarde o quizá fuiste ingrato.
Y aprende que la vida tiene un precio
que no puedes pagar continuamente.
Y aprende dignidad en tu derrota
agradeciendo a quien te quiso
el regalo fugaz de su hermosura.
*****
Los vanos mundos
Felipe Benítez Reyes
CMaillot Amarillo. Granada, 1985).
viernes, 15 de abril de 2016
LUIS ALBERTO DE CUENCA - LA MALCASADA
La malcasada
Me dices que Juan Luis no te comprende,
que sólo piensa en sus computadoras
y que no te hace caso por las noches.
Me dices que tus hijos no te sirven,
que sólo dan problemas, que se aburren
de todo y que estás harta de aguantarlos.
Me dices que tus padres están viejos,
que se han vuelto tacaños y egoístas
y ya no eres su reina como antes.
Me dices que has cumplido treinta y cinco
y que no es fácil empezar de nuevo,
que los únicos hombres con que tratas
son colegas de Juan en IBM
y no te gustan los ejecutivos.
Y yo, ¿que pinto en esta historia?
¿Que quieres que haga yo? ¿Que mate a alguien?
¿Que dé un golpe de estado libertario?
Te quise como a un loco. No lo niego.
Pero eso fue hace mucho, cuando el mundo
era una reluciente madrugada
que no quisiste compartir conmigo.
La nostalgia es un absurdo pasatiempo.
Vuelve a ser la que fuiste. Ve a un gimnasio,
píntate más, alisa tus arrugas
y ponte ropa sexy, no seas tonta,
que a lo mejor Juan Luis vuelve a mimarte,
y tus hijos se van a un campamento,
y tus padres se mueren.
Luis Alberto de Cuenca
sábado, 26 de marzo de 2016
CHARLES SIMIC - LO QUE LOS GITANOS DIJERON A MI ABUELA CUANDO TODAVÍA ERA JOVEN
IMPERIOS
Mi abuela profetizó el final
de vuestros imperios, ¡oh locos!
Ella planchaba, la radio estaba puesta.
La tierra temblaba bajo nuestros pies.
Uno de vuestros héroes daba un discurso.
"Monstruo", le llamó ella.
Hubo vítores y salvas para el monstruo.
"Podría matarlo con mis propias manos",
me declaró.
No hacía falta. Se irían todos
al diablo en cualquier momento.
"No vayas a nadie con estas habladurías",
me advirtió.
Y me tiró de la oreja para dejar claro que yo la entendía.
*****
LO QUE LOS GITANOS DIJERON A MI ABUELA CUANDO TODAVÍA ERA JOVEN
Guerra, enfermedad y hambruna harán de ti su nieta favorita.
Serás como una persona ciega que mira una película muda.
Picarás cebollas y trozos de tu corazón
dentro de la misma cacerola caliente.
Tus hijos dormirán en una maleta atada con una cuerda.
Tu marido besará tus pechos cada noche
como si fueran dos lápidas sepulcrales.
Ya los cuervos se acicalan
para ti y para tu gente.
El mayor de tus hijos yacerá con moscas en los labios
sin sonreír ni levantar la mano.
Envidiarás a cada hormiga que encuentres en tu vida
y a cada yerba al borde el camino.
Tu cuerpo y tu alma se sentarán en escalones distintos
mascando el mismo trozo de chicle.
¿Guapita, estás en venta?, te dirá el demonio.
El dueño de la funeraria comprará un juguete a tu nieto.
Tu mente será un avispero incluso en tu lecho de muerte.
Rezarás a Dios pero Dios pondrá un letrero
de que no se le moleste.
No preguntes más, esto es todo lo que sé.
*****
Éramos tan pobres que en la ratonera yo tenía que ocupar el lugar del cebo. Totalmente solo en la bodega, podía oírles arriba ir de aquí para allá, agitándose y dando vueltas en la cama. "Estos son días sombríos y endemoniados", me decía el ratón mordisqueándome la oreja. Pasaron los años. Mi madre llevaba una estola de piel de gato que sacudía hasta que las chispas iluminaban la bodega.
*****
Soy el último soldado de Napoleón. Han pasado casi doscientos años, y estoy todavía en la retirada de Moscú. La carretera está bordeada de álamos blancos y el barro me llega hasta la rodilla. La mujer tuerta quiere venderme un pollo, y ni siquiera llevo ropas.
Los alemanes van por un camino; yo voy por el otro. Los rusos van todavía por otro camino y dicen adiós con la mano. Tengo un sable de ceremonia. Lo utilizo para cortarme el cabello de metro y medio de largo.
*****
Era la epoca de los maestros de la levitación. Algunas tardes veíamos a hombres y mujeres solitarios flotando sobre las copas oscuras de los árboles. ¿Estarían durmiendo o pensando? No hicieron ningún intento por navegar. El viento los empujaba muy ligeramente. Teníamos miedo de hablar, de respirar. Incluso los pájaros nocturnos se quedaban callados. Más tarde, mencionaríamos el pequeño libro que la mujer joven apretaba entre las manos, y el modo en que aquel viejo perdió el sombrero a causa de los cipreses.
Por la mañana ni siquiera había nubes en el cielo. Vimos algunos cuervos que se acicalaban al borde de la carretera; en el tendedero de la ciega las camisas levantaban las mangas vacías.
*****
El mundo no se acaba
Charles Simic
DVD poesía
miércoles, 23 de marzo de 2016
MANUEL RIVAS - POEMA
CARRETERA
El indicador decía Con niebla, no se detenga,
pero la niebla llegó a ser tan espesa
que detuvo cuidadosamente su coche.
Sal¡ó, dio unos pasos,
pero un miedo ancestral le hizo retroceder.
No había ruido ni eco
como si todo lo existente se desvaneciera.
Puso la radio y sólo escuchó una música árabe,
qué coño, tan al Norte.
Fue entonces cuando vio aquellas siluetas en el parabrisas.
Eran vacas,
enormes cabezas con ojos de aguanieve.
Manuel Rivas
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